Tras varios años de obras, la línea Valladolid-Ariza fue abierta al tráfico en enero de 1895.
En 1941, con la nacionalización del ferrocarril de ancho ibérico, las instalaciones pasaron a manos de RENFE.
Con el paso de los años la estación fue rebajada a la categoría de apeadero-cargadero sin personal, reflejo de la decadencia que atravesaba la línea férrea.
En enero de 1985 las instalaciones, al igual que ocurrió con el resto del trazado,[4] fueron cerradas al tráfico de pasajeros.
La antigua estación fue reclasificada como cargadero y se mantuvo operativa durante algún tiempo para los trenes de mercancías.