Por contraposición, una planta que carece de estas defensas, se denomina inerme.
Las espinas pueden tener su origen como transformación del tallo, es decir, que son ramas reducidas, como sucede en Prunus spinosa y Gleditsia triacanthos, y se denominan espinas caulinares.
Hydrolea spinosa, planta palustre típica de humedales, es un ejemplo ilustrativo de espina caulinar, ya que sus espinas a veces llevan hojas diminutas, al igual que un tallo.
Varios términos comúnmente utilizados en Botánica derivan de la palabra espina.
En otras regiones climáticas y en plantas no xerófitas también aparecen espinas ya que estas estructuras duras y afiladas con ápices puntiagudos, algunas con puntas en forma de lezna, anzuelo o gancho, son una excelente defensa contra los animales herbívoros.