Posteriormente, en 1902, en el Teatro Principal, participó en la obra La cuarta plana, de Carlos Curti, donde se ganó el respeto del público.
En Brasil fue apodada como «la Reina de la Opereta», mientras que en España fue condecorada por el rey Alfonso XIII.
Realizó giras internacionales a Cuba entre 1910 y 1911 con la obra La viuda alegre.
[cita requerida] En 1918 construyó su propio teatro, el Gran Teatro Esperanza Iris, a cargo del arquitecto Federico E.
Organizó un coro en la penitenciaria de Lecumberri cuando su esposo, Francisco Sierra Cordero, estuvo preso a causa de un incidente en 1952[3][4] En los años treinta, como parte del arte lírico en México, se relacionó con músicos como Manuel M. Ponce y Ernesto Lecuona.