En física y química física, la espectroscopia resuelta en el tiempo (en algunos países hispanohablantes, también con acento gráfico: espectroscopía) es el estudio de procesos dinámicos que transcurren en tiempos generalmente muy cortos, en materiales o compuestos químicos, por medio de técnicas espectroscópicas.
La muestra se monta generalmente en un criostato de helio líquido para temperaturas entre 5 y 300 K. La intensidad de fotoluminiscencia emitida es recogida por una óptica estándar o un microscopio y se dispersa en un monocromador.
Para la detección, se puede utilizar una cámara con fotocátodo que puede detectar simultáneamente la señal de fotoluminiscencia resuelta en el tiempo y espectralmente.
Hay muchas más técnicas que emplean dos o más pulsos, tales como: La interpretación de los datos experimentales de estas técnicas suele ser mucho más complicada que en la espectroscopia de absorción transitoria.
En este caso, la fluorescencia de una muestra se controla en función del tiempo posterior a la excitación mediante un destello o pulso de luz.