Pocos le creyeron porque no se veía la manera de que pudiesen hacerlo.
[3][4] Esta teoría tiene dos inconvenientes: en primer lugar, no hay ningún texto medieval que hable de un posible uso náutico del sólarsteinn, y, en segundo lugar, el espato de Islandia es un mineral que solo se encuentra en Islandia.
En un punto determinado encontraban que el brillo aumentaba notablemente a través del cristal.
Esas dos líneas daban una buena estimación de dónde se encontraba el astro.
Con un artilugio móvil, colocaban una antorcha en una posición de esa dirección simulando así la estrella.