[4] La cabeza podría representar al faraón Kefrén, teniendo el cuerpo la forma de un león con el rabo o cola recogido por el lado derecho.Kefrén erigió un templo en la zona meridional, que está comunicado con su pirámide mediante una larga avenida procesional.Gozó de veneración y culto por los egipcios desde la antigüedad, especialmente durante el Imperio Nuevo.[4][7] La parte más baja del cuerpo, incluidas las patas, es roca sólida.[8] El cuerpo del animal hasta el cuello está formado por capas más blandas que han sufrido una desintegración considerable.Además de la nariz perdida, se le adjuntó una barba faraónica ceremonial, posteriormente a la construcción original, durante el Imperio Nuevo cuando el culto en la necrópolis fue reactivado y la figura despejada de arena.[18] Sin embargo, como en el caso de muchos monumentos antiguos, los pigmentos y los colores se han deteriorado desde entonces, dando lugar al aspecto amarillo/beige uniforme que tiene en la actualidad.[24] Una importante fisura natural en la roca madre atraviesa la cintura de la Esfinge, excavada por primera vez por Auguste Mariette en 1853.Esto condujo al redescubrimiento y la excavación del pasaje de la grupa, en 1980.[29][30] En la cornisa del recinto de la Esfinge, se encuentra un pozo cuadrado frente a la pata trasera norte.[31] Se tiene constancia de restauraciones desde la dinastía XVIII, durante el Imperio Nuevo.En 1920 ingenieros franceses repararon una enorme grieta en la parte posterior del cuerpo, sellaron un agujero en la parte superior de la cabeza y colocaron contrafuertes de hormigón alrededor del cuello por temor a que se desprendiera la cabeza.En el siglo XXI se prosiguió la restauración de los desperfectos originados por la erosión.Edgar Cayce, visionario estadounidense, difundió la teoría de una antigua civilización: los atlantes.[37] Actualmente, Lehner está considerado la mayor autoridad mundial en la Esfinge y la necrópolis de Guiza.John A. West escribe que también se observa en los templos funerarios de los faraones, y si dicha erosión no se debe al viento arenoso, que suele mostrarse asombrosamente similar, la Esfinge podría datarse miles de años atrás, cuando en Egipto había otro clima, indicando «15 000 años».
La Esfinge vista por Frederic Louis Norden antes de la época de Napoleón (bocetos realizados en 1737, publicados en 1755).
Hombre de pie dentro del agujero en la parte superior de la cabeza de la Esfinge (1925).
El Agujero de Perring detrás del cuello de la Esfinge; parte del tocado a la derecha.
Rampa de la Esfinge, con la entrada del pasaje a nivel del suelo.
Acercamiento del agujero de entrada del pozo de la grupa.
Dentro del pasaje, mirando hacia arriba, viendo las piedras de entrada y el túnel superior.
Mirando hacia arriba el túnel superior.
Techo del túnel superior.
Mirando la parte superior desde la cámara 1.
Parte inferior del pasaje de la grupa, antes de la excavación.
Parte inferior después de la excavación.
Templo funerario de Micerino, construido junto a su pirámide en Guiza, mostrando evidentes muestras de erosión en la piedra
caliza
debidas al viento arenoso y la lluvia.