Fue tallada en andesita y decorada con pigmento rojo, pertenece al periodo Clásico (1-650 d. C.) y sus dimensiones son: 126 x 102 x 25 cm.
La pieza fue encontrada frente a la Pirámide del sol de Teotihuacán en 1964 y se presupone que alude al nacimiento del sol por el oriente y su declive en el poniente.
[1] El investigador Felipe Solís Olguín sugirió que al ser encontrada al frente de dicha pirámide, estaba relacionada con el sacrificio humano.
[2] Según el especialista Eduardo Matos Moctezuma se ha especulado que la pieza pueda no ser teotihuacana, y pertenecer a la cultura mexica.
[1] Sin embargo, Matos Moctezuma asegura que el elemento es original de la cultura teotihuacana, y como muchos otros elementos, fue retomado posteriormente por otras culturas, común en el Mesoamérica.