Alicia Mabel Partnoy, una sobreviviente, plasmó sus padecimientos en el centro en un libro titulado precisamente La Escuelita, publicado en Estados Unidos en inglés en 1986 y en español en 2006.[7] El predio se hallaba dentro de la subzona militar 51, siendo sus comandantes: Acdel Vilas (1976), Abel Teodoro Catuzzi (1977-1979) y Raúl José Ortiz (1979-1983).[9] El predio, al que los militares denominaban Sicofe, se encuentra a metros de las vías del Ferrocarril General Roca.El centro clandestino albergaba en cualquier momento a un promedio de quince personas en condiciones infrahumanas, donde la incertidumbre de su destino final y el temor permanente a la muerte se combinaban con el maltrato permanente y las carencias más elementales.Disponiendo de una sucia manta cuando la temperatura alcanzaba varios grados bajo cero, también se les forzaba a cubrirse con la misma durante el verano.