Existían dos lugares distintos para la educación, donde los hijos de las élites, los funcionarios y el clero podían recibir la instrucción adecuada a su rango social.
[2] Varios textos hacen alusión al envío al niño a un lugar de aprendizaje, de forma que ningún documento menciona que el joven egipcio comenzara su educación en la Casa de Vida egipcia, otro antiguo lugar que acogía a los escolares egipcios.
Este hecho, sin embargo, solo era válido cuando estos dos establecimientos estaban ubicados en un área geográfica cercana.
El niño aprendía primero a leer y escribir y utilizaban para sus ejercicios óstracas o placas de piedra caliza pulimentada donde se habían trazado cuadrículas.
[3] Aunque las referencias a esta institución son múltiples, hasta la fecha, no se ha descubierto arqueológicamente ninguna escuela antigua en Egipto.