Su principal aportación a la búsqueda del Jesús histórico es la de observar el nacimiento del cristianismo en un contexto histórico-social en el que se desarrolla bajo la influencia de diversas religiones circundantes.
Inicialmente se plantearon teorías sobre la procedencia o dependencia directa de religiones mistéricas helenísticas u orientales.
Estudios posteriores han definido su máxima dependencia del judaísmo.
El mayor problema, según autores recientes[cita requerida] , estriba en que los manuscritos que describen las religiones y mitos de la antigüedad en muchos casos son más modernos que los del propio cristianismo.
[cita requerida] En esos casos, no es posible definir si el cristianismo es el que recibe o el que aporta influencias con respecto a otras religiones.