Su función es la de conservar y presentar al público el arte ecuestre portugués.
[4] La Academia Equestre da Corte desapareció en 1807, y la Real Picaria a finales del siglo XIX, pero la equitación artística siguió practicándose en Portugal.
[5] En 1996, la escuela se trasladó de la Sociedade Hípica Portuguesa, en Campo Grande, al Palacio Real de Queluz, y actualmente cuenta con quince jinetes (cavaleiros) y sesenta caballos.
Se trata de la única biblioteca portuguesa dedicada exclusivamente al arte ecuestre.
[6] Forma a los alumnos en régimen interno, ya que se alojan en sus instalaciones.