La escuela Kei recibió ciertas influencias de la escuela Jōchō del Período Heian (794-1185), caracterizado por un estilo grácil y esbelto, logrando unas perfectas proporciones anatómicas y un gran sentido del movimiento.
Estas técnicas permitían igualmente un montaje en serie, y se desarrollaron con gran éxito en la escuela Kei.
Se llegó incluso a incrustar cristales oscuros en los ojos, para dar mayor expresividad.
La obra de Unkei supuso el inicio del retratismo japonés.
Continuó su obra su hijo Tankei, autor del Kannon Senju para el templo Sanjūsangen-dō.