Escuadrones volantes

Febres-Cordero siempre negó responsabilidad ante los hechos y aseveró no haber autorizado personalmente ninguna de las torturas o asesinatos.Al evento asistieron el presidente León Febres-Cordero Ribadeneyra, el gobernador provincial Jaime Nebot y el comandante regional de policía Hólguer Santana.[3]​ Los escuadrones volantes fueron financiados con dinero del sector privado y se movilizaban en camionetas azules con amplio espacio en los baldes para poder transportar a los detenidos.[6]​ Cada vehículo transportaba de cinco a siete policías fuertemente armados que tenían sus rostros cubiertos para evitar ser identificados.[7]​ Aunque en un principio los escuadrones tenían como único objetivo a los integrantes del grupo subversivo Alfaro Vive ¡Carajo!, posteriormente se amplió su eje de acción y empezaron una llamada "lucha contra la delincuencia".El activista Gonzalo Abarca, quien ayudó a tramitar la libertad de varias detenidas, relató años después que las mujeres transgénero en particular eran golpeadas, violadas y torturadas.
León Febres-Cordero Ribadeneyra, creador de los Escuadrones volantes