[9] Los asesinatos extrajudiciales y la represión militar son un fenómeno histórico en Nicaragua.
La inician e instalan las tropas de intervención norteamericana, la larga historia de ocupación en el país llevaron a estos utilizar métodos de represión y asesinatos selectivos para controlar a la oposición política, siendo estos últimos un recurso habitual de carácter más organizado, más extendido y más mortífero en la última parte del siglo XX, cuando los escuadrones de la muerte, como La Mano Blanca, trabajaron directamente con los militares y la oligarquía para suprimir la movilización política.
Los escuadrones de la muerte o Mano Negra fueron activos durante el periodo de lucha armada del Frente Sandinista de Liberación Nacional entre 1963 - 1979, asesinando a líderes políticos, sindicales, campesinos y estudiantes en lo que se decía ser unidades anticomunistas, e intencionalmente causaban terror a la población civil.
La GN creó las tristemente célebres Brigada Especial Anti Terrorismo (BECAT), como unidades urbanas contra terrorismo y basada en SWAT, cuyos miembros recibían uniformes camuflados y cascos israelitas y chaleco antibalas, que llevaron a cabo abusos de derechos humanos en gran escala.
Luego del triunfo de la Revolución Sandinista en 1979 se instaló en Nicaragua un gobierno de tendencias marxistas, primero presidido por una junta de gobierno y a partir de 1985 por Daniel Ortega como presidente, durante este período marcado por una guerra civil contra el grupo guerrillero anticomunista conocido como los Contras, se cometieron diversos abusos y violaciones contra los derechos humanos tanto de parte de los guerrilleros como por el Ejército Popular Sandinista y el gobierno, el cual usaba el espionaje, intimidación, acoso, torturas y hasta asesinatos extrajudiciales para amedrentar a la oposición, dejando el gobierno sandinista de esta manera, un antecedente en los abusos contra derechos humanos.