Escuadrones de la muerte (Guatemala)

La larga historia del país de utilizar grupos paramilitares para controlar a la oposición política adquirió un carácter más organizado, más extendido y más mortífero en la última parte del siglo XX, cuando los escuadrones de la muerte, como Mano Blanca, trabajaron directamente con los militares y la oligarquía para suprimir la movilización política.

Los escuadrones de la muerte se volvieron particularmente activos durante la guerra civil, asesinando a líderes políticos, sindicales, indígenas y estudiantes en lo que se decía ser unidades anticomunistas, e intencionalmente aterrorizaban a la sociedad civil.

Los escuadrones de la muerte eran usualmente percibidos como instrumentos del estado para generar terror.

De hecho, los cuerpos clandestinos o poderes paralelos, como se les conoce hoy, tienen un amplio mandato.

Un autor apunta que “son una consecuencia de las estructuras establecidas para perpetrar atrocidades durante la guerra y su alineación con algunas fuerzas políticas les permite una impunidad prácticamente garantizada, lo que facilita que a estas redes se les active ocasionalmente para ofrecer servicios con fines políticos, criminales, así como financieros”*33*.