Es una variedad rústica y muy resistente[1] sin embargo es una de las variedades autóctonas perdidas o con muy pequeña presencia en comparación con la época anterior a la llegada de la filoxera que hizo desaparecer numerosas variedades.
La uva escanyavella puede encontrarse habitualmente mezclada con otras variedades y en muchas ocasiones está clasificada como garnacha blanca.
[2] Aunque se cultiva en pequeñas cantidades en la comarca del Priorato, especialmente en Gratallops y Porrera, hay varias bodegas que lo utilizan ya como parte de sus mezclas y una de ellas, Cal Batllet, que elabora un vino completamente a partir de la uva.
Es una uva de piel gruesa con alta acidez y se recolecta más tarde que otras variedades blancas.
Inicialmente fue confundida con la uva española, Merseguera pero las pruebas de ADN realizadas por el 'Instituto Catalán del Vino' (INCAVI), demostraron que esta supuesta relación es falsa y que la Escanyavella es una uva propia y única.