Escándalo de las libranzas en Colombia de 2016

Las empresas Estraval y Elite, entre otras, se aliaron con ciertas cooperativas de libranzas para armar el esquema.

Los pagarés-libranza ofrecidos por Estraval y Elite en el mercado secundario resultaron no estar respaldadas por los montos establecidos.

Según la Fiscalía, esto no fue por omisión, sino que estas empresas modificaron el mercado secundario, para introducirse y hacer captación masiva e ilegal de fondos.

Sin embargo, una laxa regulación del mercado en Colombia, generó un ambiente propicio para que ciertos actores empezaran a ofrecer pagarés-libranza de altísimo riesgo y respaldo insuficiente, sin aclarar esto a los inversionistas.

El empleador pasó a ser únicamente un depositador o pagador directo, sin mayor influencia en el proceso.

Esto es, los empleados que se adeudaron con libranzas, empezaron a fallar en sus pagos las cooperativas.

[10]​ El prepago de las libranzas por el deudor, permitido por la legislación, es especialmente riesgoso para el mercado secundario.

Esto se transfiere directamente en un menor retorno de la inversión para el pagaré-libranza asociado.

Como resultado, se genera un hueco financiero en empresas del mercado secundario como Estraval, cuyos recursos financieros se reducen aún más, poniéndolos en mayores aprietos para pagar sus compromisos de altas tasas de retorno prometidas.

[11]​ El repago de los retornos prometidos, o incluso del capital invertido, está en incertidumbre total.