Ernestine Anderson

Pero se equivocó, porque una de sus arterias, Jackson Street, estaba en plena efervescencia cuando la joven Anderson aterrizó allí.

En sólo dos años, en 1946, con la Segunda Guerra Mundial ya superada, logró tener su propio espectáculo en un local de la avenida Maynard.

Era un talento precoz, como recordó en una entrevista con The Seattle Times, una mujer que impresionó por unirse a bandas profesionales tan pronto y con tanta aceptación del público.

Aunque nunca fue ídolo de masas pero tenía un gran talento natural, que apreciaron las audiencias ante las que actuaba, en ocasiones como solista y en otras asociada a formaciones musicales lideradas por Johnny Otis, Eddie Haywood, Russell Jacquet o por Lionel Hampton.

Posteriormente, Ernestine fue una participante entusiasta en clases de jazz vocal en las escuelas secundarias, donde lleva a cabo talleres y conciertos.