[6] El humanista Benito Arias Montano costeó una ampliación del templo durante su estancia en la Peña -cuyos terrenos adquirió- a finales del siglo XVI.
[8] En 1631, los frailes agustinos descalzos intentaron fundar un convento en la ermita.
Las pinturas que lo decoran son de Rafael Blas Rodríguez, realizadas en 1951.
[13] Entre los motivos elegidos, el pintor sevillano replicó la Anunciación de Murillo.
[14] Escoltando el arco toral figuran dos ángeles tallados por Rubén Fernández Parra en 2015 que sostienen lámparas votivas.