La sacristía se encuentra adosada a la fachada norte.
Data del siglo XVII[2] y a mediados del XX ya estaba en ruinas.
[3] Los trabajos de construcción del templo concluyeron hacia 1630, habiendo comenzado años atrás.
[2] En 1686, el ensamblador Francisco de Mendoza y el escultor Pedro Vega Camporredondo se asociaron para la construcción del retablo mayor de la ermita.
[4] En 1856 se acometieron obras en la ermita,[2] reforma que no impidió que un siglo después el edificio estuviera en ruinas.