La ermita es una obra ejecutada por la municipalidad alicantina en 1559 en agradecimiento a san Roque por haberles librado de la peste.
Por otro lado, en la fachada oeste, el arquitecto elevó una torre campanario de planta cuadrangular con una puerta abocinada, que hoy está cegada.
Con ello, se perdió la intención de colocar el ábside del templo mirando hacia Jerusalén y su acceso a poniente.
La ermita primitiva presentaría una planta de nave única cubierta por tres bóvedas sostenidas por arcos fajones y cuyos contrafuertes ayudarían a conformar las capillas laterales.
El altar mayor lo localizamos al sur-este, con una planta semicircular con un diámetro inferior a la anchura de la nave.