Ermita de San Miguel Arcángel (San Cristóbal de La Laguna)

La ermita de San Miguel, junto con otros edificios antiguos circundantes, constituye un testimonio elocuente de ese ambiente plenamente histórico que antaño ofrecía la plaza gracias a su armonía arquitectónica.

En las esquinas, sobre el paramento, se levantan dos graciosas espadañas de cantería simétrica entre sí; adoptan la forma de unos sencillos cuerpos rectangulares -con los imprescindibles vanos para las campanas- rematados por una delgada moldura y coronados por unos elementos decorativos muy similares al del remate del vértice.

Por la parte correspondiente al presbiterio, el nudillo adopta una forma trapezoidal que da lugar a la compartimentación del faldón correspondiente y a la presencia en las esquinas de dos secciones triangulares decoradas con lacerías.

Sobre el pavimento de la ermita se levantan dos pequeñas escalinatas que distribuyen la nave en tres tramos a distintos niveles para culminar en el presbiterio.

A continuación, se extiende el cuerpo principal de la nave destinada a los fieles, pero ésta resulta nuevamente delimitada por otras tres gradas de cantería que conducen hacia la capilla mayor.

Vista tridimensional de la ermita