[1][2] Los habitantes de Amamio abandonaron la aldea y se trasladaron a los pueblos del valle en torno al siglo XIV.
Sin embargo, en labores de acondicionamiento recientes, al lado del muro norte de la ermita, aparecieron algunos vestigios del antiguo cementerio medieval asociado a esta aldea.
[1]Según cuenta la leyenda, esta tradición se remonta a la desaparición del pueblo de Amamio.
Una de las piezas que más destacan del exterior es su ventana absidial.
La ventana flanqueada por dos columnas presenta capiteles en los que se representan dos leones y un águila.