Ha sufrido notables transformaciones con respecto a la planta levantada por Leonardo Torriani.
En los datos proporcionados por Jesús Pérez Morera y M. Rodríguez Mesa en su publicación sobre La Laguna y San Cristóbal es conocido que el catalán Antón Joven dejó establecida una capellanía en su Ermita de San Cristóbal.
En 1530, la ermita se encontraba en estado ruinoso, debido sobre todo a los muchos pleitos por los que había atravesado, pero el Cabildo seguía interesado en mantenerla e intervino para costear su reparación.
A finales del siglo XVI, esta situación mejora y ya en los primeros años del seiscientos se conoce la existencia de una campana, un coro y un púlpito.
La fábrica actual se reedificó en el siglo XVIII, desconociéndose las circunstancias de dicha reedificación.