Se accede desde Escalona (N-138) en su desvío hacia el Cañón de Añisclo.Hay elementos que la enmarcan en el románico del siglo XII.Al oeste hay un vano triangular y monolítico grabado en pierda toba.Acuden a la romería las gentes de los pueblos que pertenecen al denominado Quiñón, el cual lo forman los pueblos de Buerba, Vio, Sercué, Nerín y Gallisué.Recibía san Urbez también gran devoción entre los montañeses en tiempos de sequía.[2] Se cuentan leyendas del santo tales como que, a causa de su santidad, sus ovejas entraban en los campos sembrados y no comían más que las malas hierbas; o que en una ocasión se tuvo la idea de celebrar el mismo día a san Urbez y a la Virgen de Lourdes, llevando a la ermita una imagen de esta virgen.