Tras la Segunda Guerra Mundial empezó su larga colaboración con la Editorial Universo, realizando series de cómics para las revistas L'Intrepido (como Forza John!
y Chiomadoro, il Principe del Sogno) e Il Monello (Superbone, I Laramy della Valle, etc.).
[1] A principios de los años 1960 dibujó para el estudio de Roy D'Amy historietas bélicas destinadas al mercado inglés, como Battler Britton.
[2] En 1964 pasó a trabajar para la Editorial Bonelli, dibujando una historia de Tex junto a Aurelio Galleppini, con textos de Gian Luigi Bonelli.
[5] Murió de infarto mientras estaba realizando la historia "Un mondo perduto", que fue completada por su colega Vincenzo Monti y publicada de manera póstuma.