La ericera es una construcción tradicional que se realizaba en los propios castañares para almacenar las castañas.
Este se abriría de forma natural en la ericera permitiendo obtener fácilmente el fruto, la castaña propiamente dicha.
[2] No siempre, pero sí frecuentemente constaban de una entrada que permitía extraer más fácilmente las castañas con rastrillos.
En Asturias la ericera era denominada por lo general "corra" o "corripa"[3] y las tenazas para recoger las castañas "morgaces".
Estaban pensadas para que los recolectores pudieran vivir en ellas durante la temporada de recogida.