El eremitorio de Villacreces era una pequeña institución monástica para la producción de vino en la localidad de Quintanilla de Onesimo (Valladolid) Villacreces fue centro de producción y retiro para eremitas franciscanos.
Durante la última mitad del siglo XIV y primera del XV fue utilizada por Pedro de Villacreces, cuyo apellido dio nombre a la finca.
Junto a él, algunos clérigos, entre los que se encontraba San Pedro Regalado, patrón de Valladolid.
[1] Tras la desamortización la finca pasó al marquesado de Teodosio Alonso-Pesquera.
La propiedad se fue vendiendo posteriormente hasta que en 2004 se adquirió para la instalación de una bodega de la denominación "Ribera del Duero".