[1] El primer caso de cólera se reportó en Santa María, en la zona central de Chile, el 25 de diciembre de 1886, y dos a tres días después se detectaron casos en San Felipe, La Calera y Quillota.
A pesar de los cordones sanitarios que se implementaron al valle del Aconcagua, dentro de pocos días se extendió por Valparaíso y Santiago, que reportó sus primeros casos en el barrio de Barrancas.
[1] El gobierno de José Manuel Balmaceda tomó como medidas en todo el país el cierre de los pasos cordilleranos, cordones sanitarios y estaciones de cuarentena.
En Santiago se creó un comité ejecutivo que estableció tres lazaretos para la ciudad,[1] mientras que en Valparaíso se prohibieron las ventas de alimentos en las calles de la ciudad.
[2] En la zona central el brote decayó al iniciarse el otoño, pero en octubre se inició una nueva explosión en los casos que llevaron a que el gobierno tomara nuevas medidas, esta vez destinadas al tratamiento de los enfermos, además de crear una comisión directiva a nivel nacional a cargo del médico Wenceslao Díaz.