Ephippigerida pantingana

Como otros Tettigoniidae, su aspecto recuerda a una langosta rechoncha y sin alas.

Prolifera sobre terrenos no contaminados y es muy sensible a los pesticidas, insecticidas y predadores, aun cuando resiste en zonas degradadas por el pastoreo.

Sus poblaciones se han adaptado a vivir en lugares calcáreos, pedregosos y suelos pobres, como tomillares, garrigas etc aun cuando la densidad es mayor en las escasas zonas bien conservadas de chaparral.

Especie citada por última vez en 1904 y que se consideraba extinta, habita casi exclusivamente en la provincia de Huesca.

[1]​ Longinos Navás le puso el nombre científico con la palabra aragonesa "pantingana" con la que en el Alto Aragón se nombra a cualquier miembro de la familia de los Tettigoniidae, langostas grandes y verdes.