En las culturas de la antigua Grecia y la antigua Roma, los estereotipos animales crecieron hasta que, en la época de Virgilio, los epítetos animales podían aplicarse a cualquier cosa, desde un concepto abstracto como el amor o el miedo, hasta toda una civilización.
Por ejemplo, Homero utiliza símiles animales en la Ilíada y la Odisea, donde el león simboliza cualidades como la valentía.
Pero, Campbell argumenta, el símil también sugiere que la civilización de Cartago es frágil e insignificante, y podría ser fácilmente destruida.
[3] Del otro lado de la división ideológica, el gobierno cubano describió al revolucionario Che Guevara como una "rata comunista" en 1958.
Jay cita además la visión de Sigmund Freud de que las obscenidades que nombran animales, como vaca, gallo, perro, cerdo y perra, obtienen su poder al reducir a las personas a animales.
[12] Los lingüistas húngaros Katalin Balogné Bérces y Zsuzsa Szamosfalvi encontraron en un estudio preliminar del uso en serbio que los "vocativos animales" más comúnmente utilizados eran, en orden, 1. cerdo, 2. gallina, 3. perro/cachorro, 4. vaca, 5. mono, 6. pollito, 7. rata, 8. pavo, 9. ratón, 10. serpiente, 11. gato/gatito, 12. zorro, 13. cordero, 14. zorra, 15. gusano.
[18] No siempre es fácil determinar si un apodo era amigable, humorístico o negativo, pero el apellido Stallion, con variantes Stallan, Stallen y Stallon, (a partir de 1202) es ciertamente peyorativo, significando "un engendrador, un hombre de vida lasciva".
[19] Loiseau (El pájaro) y Lechat (El gato) son apodos, Lechat indicando ya sea un hombre flexible o un hipócrita, y Loiseau sugiriendo una persona de constitución ligera similar a un pájaro.