La aplicación de esta destreza comparte similitudes con el dictado en el lenguaje escrito y hablado.
Como proceso, el entrenamiento auditivo es básicamente lo opuesto al canto a primera vista, siendo este proceso similar a leer un texto escrito en voz alta sin la posibilidad de haber revisado el material antes de leerlo.
No se necesita hacer referencia a otra nota para establecer este hecho.
Sin embargo, no se requiere que músicos asocien los símbolos del solfeo con los grados de una escala.
Este último aspecto en particular requiere de un análisis a tiempo real (o incluso anticipado) de la música que resulta compleja debido a las modulaciones, y es el factor clave en el sistema del do movible.
Al reconocer la melodía de una canción se suma el escuchar la estructura armónica que la complementa.
Este proceso es similar al entrenamiento auditivo de 12 tonos, pero con muchos más intervalos que distinguir.
También se pueden encontrar proyectos de software en proceso de desarrollo o terminados que están enfocados al entrenamiento auditivo o que pueden funcionar como complemento al tocar microtonos.
Gro Shetelig, del Norwegian Academy of Music, está trabajando en el desarrollo de un método de entrenamiento microtonal para cantantes[4] y ha creado el software Micropalette,[5] una herramienta que ayuda a escuchar tonos, acordes e intervalos microtonales.
Una forma en la que los músicos practican el ritmo es dividirlos en patrones más pequeños y fáciles de identificar.
El profesor también podría tocar (o "dictar") composiciones cortas para que el estudiante escuche y las transcriba en escrito.
También hay aplicaciones de entrenamiento auditivo interactivo disponibles para teléfonos inteligentes.