[1] Miranda (Victoria Abril) y Félix (Carmelo Gómez) son una pareja casada con una exitosa vida profesional.
Aunque no todo es lo que parece, ya que sufren una gran crisis relacionada con su vida sexual y para solucionarlo deciden acudir a una terapia para adictos al sexo.
Desde ese mismo instante surge una gran tensión sexual entre ellos que terminará consumándose en el asiento trasero de un coche y a partir de ahí descubrirán que todo había empezado mucho antes de la terapia sexual.
[2] Según Ángel Fernández-Santos para el diario El País es una película con un guion hábil a la vez que tramposo, algo que resuelven los actores.
Por otra parte para Fernando Méndez-Leite es una historia de sexo y crimen imprescindible según dijo para Fotogramas.