Desde luego, la influencia de Alfredo iba acentuándose a medida que se destacaba como poeta y ya era decisiva en la familia al comenzar el siglo XX, cuando apenas tenía 17 años.
En 1921 muere su hermana menor Aura y desde 1922 Enriqueta se entrega a una labor de intensa producción literaria.
Finalmente en febrero de 1930 Enriqueta se decide a visitar la metrópoli por vez primera.
Desde 1945 vive definitivamente en Caracas, lo cual le permite estar en contacto permanente y fortalecer sus vínculos con distinguidos representantes de la intelectualidad venezolana.
En 1957 pública Mandato del Canto y recibe el Premio Municipal de Poesía.