Su padre logró reservarle puestos como deán en Colonia y en Maguncia.
En 1538, un puesto de deán quedó vacante en Halberstadt.
De vuelta a Colonia, supo que su nuevo Arzobispo, Hermann de Wied, se había convertido al Protestantismo.
Enrique también se convirtió al protestantismo y juntos empezaron a expandir la nueva fe.
El Papa entonces los sacó a ambos del cargo.