Ha dejado detrás de él la leyenda de un extraño personaje, su aguda inteligencia, pero probablemente desequilibrada, ya que él comete un asesinato durante la Primera Guerra Mundial, lo que le valió ser condenado a trabajos forzados.
Excelente técnico, especialmente peculiar, era considerado como una curiosidad del ruedo, y era muy popular entre el público, sin ser un gran torero.
Abandona el oficio en 1899 para abrir un café que quiebra rápidamente, y vuelve al ruedo en 1905.
Pero ya no cuenta con el favor del público.
Hace gira en Francia, donde torea en Bayona, Arlés, Nimes.