En 1942 participó en un Certamen Literario del Ateneo Puertorriqueño y publicó sus primeros artículos.
Para los años 60 publicó su drama "La resentida", prueba de que podía cultivar otro género.
En uno de sus escritos, Enrique A. Laguerre dijo: "Cualquiera diría que no me canso.
Quizá me desilusione un poco no haber podido realizar todos los sueños que dan sentido y profundidad a la vida.
Pero no creo que sea tarde en todas las partes del mundo...".