Enrique I de Hesse

En este momento, el landgraviato de Hesse consistía en la región entre Wolfhagen, Zierenberg, Eschwege, Alsfeld, Grünberg, Frankenberg y Biedenkopf.

En 1290 Enrique derrotó al arzobispo en la batalla de Fritzlar y en adelante podría mantener su territorio.

Por hábil diplomacia obtuvo las ciudades de Sooden-Allendorf, Kaufungen, Witzenhausen, Immenhausen, Grebenstein, Wanfried, Staufenberg, Trendelburg y Reinhardswald.

Enrique murió en Marburgo durante el conflicto, y fue enterrado allí en la Iglesia de Santa Isabel, que se convirtió en la tumba de los sucesivos landgraves durante varios siglos más.

Después de su muerte, la herencia se divide entre Otón, quien recibió Alto Hesse (Oberhessen) alrededor de Marburgo, y Juan, que recibió Baja Hesse (Niederhessen), en torno a Kassel.