En dos ocasiones entre 1812 y 1816, estuvo a sólo dos estados ratificantes del número necesario para formar parte de la Constitución.
El Congreso no fijó un límite de tiempo para su ratificación, por lo que la enmienda aún está pendiente ante los estados.
[4] El propósito de esta enmienda era impedir que aquellos que poseían títulos extranjeros, y por lo tanto la lealtad exigida por esos títulos, pudieran postularse para un cargo de gobierno en la recién creada República.
Esto se debió al temor de que las potencias extranjeras que otorgaban esos títulos los usaran como mecanismos para pedir favores para aprobar o impedir la aprobación de leyes desfavorables.
Ninguna otra legislatura estatal ha completado la acción de ratificación al respecto.