[2] Se considera que de 8.000 a 18.000 personas sufren la legionelosis en los EE.
[1] Las personas de cualquier edad pueden desarrollar legionelosis, pero la enfermedad afecta más frecuentemente a hombres mayores de 45 años, fumadores e inmunodeprimidas (ya sea por enfermedades como el cáncer, diabetes o sida; dializados o que toman medicinas que suprimen el sistema inmunitario.
L. pneumophila es la especie más común, y causa el 90% de las legionelosis.
[3] Los pacientes con legionelosis tienen normalmente fiebre, escalofríos y tos, que puede ser seca o con moco.
El diagnóstico de la legionelosis requiere una prueba especial que no se realiza de forma rutinaria en las personas que tienen fiebre o neumonía.
Por lo tanto, el médico debe considerar la posibilidad de legionelosis con vistas a obtener las pruebas adecuadas.
El esputo, el líquido pleural, los lavados bronquiales, y las biopsias o aspirados pulmonares se pueden examinar mediante inmunofluorescencia y con una modificación para espiroquetas de Dieterle.
La eritromicina y el levofloxacino son los antibióticos actualmente recomendados para tratar a las personas que sufren la enfermedad del legionario.
En los casos más severos, se puede utilizar asociada como un segundo medicamento la rifampicina.
Están disponibles otras sustancias medicinales para los pacientes que no toleran la eritromicina.
Las investigaciones actuales ofrecerán en el futuro otras estrategias de prevención adicionales.
Sin embargo, en Estados Unidos no hay regulaciones que requieran pruebas o mantener cualquier nivel especificado en estas instalaciones.