La energía solar en Argentina tenía una capacidad instalada, en 2020, de 0,7 GW, lo que convierte al país en el 42º productor mundial.
[12] El principal componente de estos equipos es el captador por el cual circula un fluido que absorbe la energía radiada del sol.
Los equipos de mediana temperatura, que llegan hasta 300° normalmente utilizan un tubo colector paraboloide.
[13] Los sistemas fotovoltaicos se diferencian en dos grandes grupos, si están conectadas a la red eléctrica o no.
Los que no están conectados a la red suelen cubrir pequeños consumos eléctricos en el mismo lugar donde se produce la demanda.
Los que están conectados a la red suelen estar en centrales fotovoltaicas o sistemas integrados en edificios.
[17] Hasta el año 2015, mediante este programa más de 25 000 usuarios residenciales tuvieron acceso a la energía eléctrica.
En Argentina se han diseñado deshidratadores solares de frutas y hortalizas destinados a pequeños productores.
[25][26] Argentina tiene un gran potencial de generación de energía eléctrica a partir del recurso solar, especialmente en el NOA (noroeste argentino) y Cuyo, regiones cuya irradiación horizontal global (GHI, por sus siglas en inglés) oscila entre 2400 y 2700 kWh/m² (kilowatts-hora por metro cuadrado).