Dos tecnologías complementarias, en la utilización de membranas están actualmente en desarrollo: la ósmosis por presión retardada (OPR) y la electrodiálisis inversa (RED: Reversed electrodialysis).
La idea vino al profesor Loeb, en parte, mientras observaba el río Jordán fluyendo dentro del mar muerto.
Han sido desarrolladas en el área comercial en Países Bajos (RED) y Noruega (OPR).
Otros métodos han sido propuestos y se encuentran actualmente en desarrollo.
Sweetch Energy, una compañía de Francia, junto con el mayor productor de energías verdes francés Compagnie Nationale du Rhône, se encuentran desarrollando en el delta del Ródano la primera planta osmótica a gran escala.
El agua dulce se mueve en una membrana semipermeable y aumenta su volumen en la cámara.
A medida que se compensa la presión en la cámara, una turbina gira para generar electricidad.
La presión impulsa las turbinas y alimenta el generador que produce la energía eléctrica.
La mayoría de estos son experimentales, pero hasta ahora han sido predominantemente exitosos.
Un método para utilizar la energía del gradiente de salinidad es la ósmosis retardada por presión.
Este método está siendo estudiado específicamente por la empresa noruega Statkraft, que calculó que hasta 2,85 gigavatios estarían disponibles a partir de este proceso en Noruega.
Su objetivo es producir suficiente electricidad para alumbrar y calentar una pequeña ciudad en cinco años.
En enero de 2014, sin embargo, Statkraft anunció que no continuaría este piloto.
Entre el paso de carga y descarga, los electrodos se ponen en contacto con agua dulce.
Para alejar los iones del electrodo cargado, la presión osmótica debe funcionar.
Los ambientes marinos y fluviales tienen diferencias obvias en la calidad del agua, por ejemplo, la salinidad.