Otras 3.700.000 pesetas pertenecía a la Société Suisse d'Industrie Electrique (INDELEC) y el resto de acciones quedaron, en su mayoría, a manos de Riu y Massó.Aunque el proyecto inicial contemplaba ocho turboalternadores, entró en servicio únicamente con dos, con una potencia total de 7,5 MW cada uno.Así mismo, las dos compañías firmaron un acuerdo para comprarse los excedentes de producción.En 1948, en una controvertida operación, el grupo Barcelona Traction, formado por un conglomerado de empresas que incluían Energía Eléctrica de Cataluña, fue declarado en quiebra y todos sus activos fueron adquiridos por Fuerzas Eléctricas de Cataluña (Fecsa), sociedad impulsada por Juan March en 1951.[3] (*) Centrales que no pertenecían a EEC pero le vendían toda su producción.