Se comporta como una membrana semipermeable que permite el paso del humor acuoso a través suyo, el cual aporta glucosa y otros nutrientes al interior de la córnea, haciendo posible su nutrición.
Por otra parte dispone de un mecanismo que transporta activamente el agua en sentido inverso, mediante gasto energético.
En oftalmología es posible la visualización directa del endotelio corneal mediante un instrumento óptico llamado microscopio especular.
[1] [2] La microscopia especular permite la visualización del endotelio córneal en vivo, mostrando el tamaño la forma y densidad celular.
Aunque estas células son metabólicamente muy activas, en caso de lesión no regeneran, sino que son sustituidas por hipertrofia de las células colindantes, por ello la lesión del endotelio corneal puede tener consecuencias fatales para la visión.