Encierro voluntario

El encierro voluntario (también llamado toma) es el acto de ocupar un edificio público, privado o religioso en señal de protesta,[1]​ mantendiéndose dentro durante un tiempo.Como forma de manifestación, es una estrategia a menudo utilizada por movimientos sociales y otros tipos de acción colectiva para ocupar y mantener espacios públicos y simbólicos, edificios, infraestructuras críticas como entradas a estaciones de tren, centros comerciales, edificios universitarios, plazas y parques.[2]​[3]​ Los objetivos más comunes del encierro son paralizar funcionalmente el recinto ocupado y evitar que otras personas lo ocupen o utilicen.Este tipo de manifestación es muy usada por los estudiantes universitarios.