En apoyo de tal misión, la GES describía el rol que debía tener la educación en la Unión Soviética:[3]Por este motivo la enciclopedia directamente eliminó inmediatamente en la segunda edición la biografía de Beria, frente a un aparente o supuesto pedido abrumador por parte del público soviético, pidiéndoles que "cortasen y que destruyesen" el hasta entonces completo y vasto artículo de tres páginas dedicado a Beria (el cual, obviamente, era favorable a dicho exlíder) y que, para no descompaginar el texto restante de la enciclopedia, expandiesen en su lugar tres artículos adyacentes (aparentemente no muy relevantes en sí mismos), sobre "Friedrich Wilhelm von Bergholz" (un cortesano en la Rusia del siglo XVIII), el mar de Bering, y el "Obispo Berkeley" respectivamente.[7] En realidad, esa afirmación era muy poco creíble, ya que la libertad en el flujo de información era virtualmente inexistente en la URSS, especialmente en los años inmediatamente previos al supuesto hecho en cuestión.[8] Esta clase de modificaciones eran usuales en la GES cuando se trataba se personajes soviéticos del pasado reciente, pues en tanto la edición era patrocinada por el régimen soviético, debía obligatoriamente manifestar las versiones históricas «oficiales» aprobadas por la jefatura de turno.Cada volumen sería traducido en forma independiente y separada, lo que solía dar lugar a algunas pequeñas inconsistencias.Tan solo las denominadas «ciencias puras», como la física, la química y la matemática lograban escapar a la influencia ideológica.Aunque tal vez pueda parecer sorprendente, el griego fue el segundo idioma extranjero al que fue parcialmente traducida la Gran Enciclopedia Soviética.En particular, a la traducción del artículo original en ruso sobre Grecia se lo acompañó por otro mucho más extenso, elaborado por los propios editores griegos.