El monte se ve en la distancia, enmarcado por el soporte del bloque de madera en posición diagonal.
Una mujer con un niño a la espalda señala el humo provocado por un fuego cercano que se ve en término medio, en frente del cual se sienta un niño.
El uso de los elementos triangulares queda patente en el monte Fuji y las dos mitades de la propia imagen, que queda dividida en triángulos por la madera diagonal en el centro.
Las nubes que se elevan hacia la esquina superior derecha contrarrestan este bloque y equilibran la composición.
Aunque era común que el autor se inspirara en otros trabajos, solía agregarles dramatismo al exagerar o reducir elementos en particular.