El sencillo tema empieza lenta y calladamente en los registros más graves de la orquesta.
Es interpretado primero por los fagotes, simulando los pasos lentos y cuidadosos de Peer Gynt.
Después de ser ejecutado, el mismo tema es repetido, pero transpuesto una quinta justa más aguda (a fa ♯ mayor agudo, la clave dominante) y tocado por instrumentos diferentes que representan a los troles del Rey.
Entonces los dos grupos de instrumentos suben y bajan a diferentes octavas hasta que coinciden finalmente uno con el otro en la misma tonalidad y los troles, tras divisar a Peer, lo persiguen.
El fragmento concluye apropiadamente -en ambos términos, musical y teatral- con un regreso a la tónica, y termina en un acorde final de si menor, simbolizando la fuga exitosa de Peer.