Emma Hurtado

La décima hija del matrimonio formado por el empresario Leopoldo Hurtado Espinosa y Dolores Olín Domínguez.

Su infancia transcurrió durante la Revolución Mexicana, época de conflictos sociales y políticos en un seno familiar económicamente estable y simpatizantes de las ideas revolucionarias, aunque eso influye para que Emma sea trasladada a Nueva York en 1916 donde residió por una década aproximadamente.

Emma se dedicó a él, a cuidarlo, ayudarlo, administrarlo en todo lo económico y en su promoción, pues fue promotora del arte de Diego logrando que este recibiera remuneración justa por sus obras.

Viajaron a Rusia para recibir un reconocimiento y aprovechó para tratarse de cáncer.

Los últimos años se le deterioró las retinas y por lo tanto su vista a grado de quedar casi invidente.