Emily Nasrallah

Escribió novelas, cuentos infantiles y hasta una colección de narrativa breve en la que aborda temas como la familia, la vida rural, la Guerra Civil Libanesa, la emigración que sufre ese pueblo y los derechos de las mujeres en Líbano.

Su madre se llamaba Loutfa Abu Nasr y su padre Daud Abi Rached.

Fue la mayor de seis hermanos y creció ayudando a su familia en las labores del campo, vivencia que posteriormente reflejó en sus obras.

Solía recitar los poemas e historias que escuchaba a su padre y sus amigos.

Reparó en el talento de Emily y le alentó para que siguiera estudiando.

[9]​ Estudió allí cuatro años, tiempo durante el cual su pasión por la literatura se acentuó, convirtiéndose en una ávida lectora.

[10]​ Tras su graduación, sus padres quisieron que volviera a Kfeir y se empleara como maestra en la escuela de la aldea.

En 1955, la directora del Colegio Ahliah, Amal Makdessy Korta, le ofreció un empleo y alojamiento en esa escuela, situada en la localidad de Wadi Abu Jamil.

En este centro, impartió clases durante dos horas diarias, siendo Hanan al-Shaykh una de sus alumnas.